Mantener una relación emocional o de vinculación sentimental con alguna persona nunca es fácil y de eso se trata, amar y odiar en el mismo grado, y esto independiente de la profesión u oficio.
Pero este es el caso de las personas que relacionan estrechamente su vida al cine, en mi caso particular es bastante satisfactorio, aunque como dije en un principio no es que porque la persona se dedique a la actividad cinematográfica u abogacía o reponedor de supermercado es que escogemos a un compañero o compañera, escogemos a la persona por un punto de conexión o calce con uno mismo, eso que yo tengo y veo de mi mismo en el otro junto con ese espacio faltante. Una proyección mutua de uno en el otro y viceversa. Que se terminan configurando en una simbiosis en donde un condimento más es el hecho que la persona enlazada emocionalmente con uno se ligue al cine. ¿Por que mencionaba con anterioridad que para mi es bastante satisfactorio que mi compañera se vincule al cine?, pues porque soy actor y eso nos interrelaciona de cierta manera en donde los aprendizajes son mutuos, compartidos de una fuente artística a otra y además los lugares de creación son bastante similares, cercanos. Junto con que no solo me digo actor sino más bien creador y el cine y su actividad la siento muy cercana a mi oficio como teatrista pues gran parte de mis referentes no provienen del teatro sino del cine. Por mencionar algunos como Kim Ki Duk, Wong car Wai, Park Chan- wook, Bergman, Haneke. Korine, Werzong, Tarkovski. De los cuales ella también tiene como referentes visuales, estéticos. No solo desde la vertiente del cine sino de las artes visuales y fotografía. Por esto mismo que ya he descrito, mi compañera tiene ya como mujer todo lo que yo ahora necesito y deseo junto con esto, le adicionamos el hecho que se sujete al cine. Eso es para mí, de lo más exquisito.